Invierno húmedo

Echar de menos, echar de más, el tiempo no cambia, sigue lloviendo, no recuerdo un invierno así en años, hay lluvia para elegir, lluvia con viento, lluvia helada, lluvia que te cala, lluvia que siempre acompaña, jodida lluvia que no para.
Llegar a casa con las botas llenas de barro, cenar, cigarro y dormir, no mirar ni el móvil, el whatsapp me produce asco, meditar sobre teoría de grupos, ganarte la confianza de un grupo natural, que no es impuesto, lo primero es observar, buscar su líder , apreciar fortalezas y debilidades, buscar esa brecha que te deje acceder, y ahí el error es juntarse con el líder, hay que buscar al contra-líder, interesarse por él, y no os preocupéis, que el líder acabará picando en la trampa en cuanto vea que su competidor gana puntos, la historia siempre funciona así.
Cerrar los ojos y que la mente se desvíe, que de la teoría de grupos vuelvas a echar de menos, y hoy echo de menos poco, echo de menos el verte subir las escaleras y te agaches a sonreír, acariciar tu pelo hasta que te quedes dormida, ver cualquier sitcom en la que el argumento no importa, también echo de más, pero para que seguir haciéndose mala sangre.
Abro los ojos debido al sonido que se escucha en mi cuarto, son gotas kamikazes contra mi ventana, gritándome a susurros que pare y me olvide ya, jodida lluvia que no para.