jueves, 13 de febrero de 2014

Destino, curamé de este invierno

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Alguien pagó el rescate, el destino me había jodido más de lo que esperaba, durante mucho tiempo estuve encerrado en un zulo, era pequeño, poco ventilado y la única luz que veía era dada por un ventanuco, la luz era escasa, lo suficiente para ver el reflejo en el espejo, la barba era espesa, síntoma de madurez y recuerdos que no quieren irse, ahora eso es sólo un recuerdo más, pero después de tantos meses de cautiverio, me di cuenta que el destino no quería hacer daño, que solo me quería mostrar la sabiduría que se aprende con los errores, que un clavo no saca a otro clavo, que el equilibrio es imposible, que el funambulista es un ilusionista...pero basta de hablar de las cosas que me mostró el destino, quien quiera saber más de ello, solo tiene que pagar su rescate, a cada uno le mostrará una cosa, porque el destino no es más que la suma de nuestros errores, el destino es la sabiduría.

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