De manos heladas, y de cuerpo ardiendo, de miedo al vacio que aborda en ocasiones mi alma, del sonoro chasquido de la frustración, de tiempo perdido en esperar un "sí" o un "no", de realizar una montaña de un grano de arena, o del sentido de la vida.
Ya ha llovido mucho desde que comencé mi transformación al más puro estilo de Kafka en su metamorfosis, muchas gotas han caido a traves de los cristales de mi habitación y de mi cara....
Gotas de sufrimiento, de cobardía, e incluso muchas veces de soledad, el miedo que existe a la soledad no es el miedo a estar solo como bien dice la palabra, sino el miedo de no tener a quien contárselo, gotas de amargura y del "¿porque hice lo que hice?", pero sobre todo gotas de extrañeza de no saber el porque de todo lo que nos rodea, ni donde vamos, ni de donde venimos, gotas de encontrate gente que no sabes nunca de que pie cojea...pero aun así mi verdadero miedo es que desaparezcan todas esas gotas...
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siempre hay gotas de miedo, siempre, pero también de ilusión, de esperanza, de sueños, así que... a empaparse!
ResponderEliminary brrr... yo dentro de nada estaré bajo las gotas de Madrí, no sé si pillaré también la nieve... me iré bien preparada para el frío :)
saludos, gracias por tu visitilla.
si, claro que existen esas gotas pero ahora mismo no jeje
ResponderEliminarmadrid? nieve? es extraño que te pille porque la verdad nieva bastante poco...