Esta historia es como las demás, común entre los mortales, especial por formar parte de la vida de dos personas e irreal como el resto de ellas...
Se dice que él todas las mañanas se despertaba, y como cada una de ellas se duchaba, empezaba el periódico por la parte de atras, desayunaba y montaba todos los días en el mismo tren...
De ella se dice lo mismo...Pura rutina y monotonía...trabajo que la sumergía en un abismo de tristeza y desesperanza al no ser comprendida por los demas...
No se sabe como paso por una mañana fria todo empezó a tomar un color, un color extraño, sin definir, un color que alegra hasta la más misera alma...la coincidencia hizo que todos los dias sus trenes se cruzasen...
Él miró al tren que todos los dias se cruzaban y entre caras fugaces sus miradas se encontraron, allí estaba ella, tal como siempre habia esperado, su visión duró segundos pero se dio cuenta de quien era, la llevaba esperando mucho tiempo, tanto que recordo la frase que decian sus más allegados "cuando las ranas crien pelos". Una persona sin rostro hasta ese dia...
Ella se percató de su mirada y descubrió que hay estaba él, lo había visto de pasada tantas veces que nunca se había dado cuenta...
Pasaron los días y durante esos segundos hicieron lo posible para saber que eran todo lo que el uno buscaba del otro, se dieron cuenta de se sentían completos, se sentían VIVOS.
Paso y paso el tiempo, en ocasiones él piensa en coger un día ese tren y ella más de lo mismo pero se quedan solo en eso, en miradas que les hacen sentirse vivos....
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